¿Deben los operadores jurídicos utilizar la inteligencia artificial?

Por

La integración de la Inteligencia Artificial (IA) en el sistema judicial está generando una transformación sin precedentes en la administración de justicia. Según un reciente análisis realizado por Robin Allen KC y Dee Masters, presentado ante la Asociación de Derecho Laboral del Reino Unido, nos encontramos ante un momento decisivo que requiere una reflexión profunda sobre cómo gestionar esta revolución tecnológica. La rapidez con la que estas herramientas se están incorporando a la práctica judicial diaria contrasta con la ausencia de un marco regulatorio específico, planteando importantes desafíos para la integridad del sistema judicial.

La IA en el ámbito de los despachos de abogados

Los bufetes jurídicos están adoptando la IA en dos oleadas distintas. La primera, ya en marcha, incluye la producción de cronologías, la elaboración de escritos iniciales básicos, la redacción de órdenes judiciales básicas, la ordenación de información documental, la creación de expedientes donde las cadenas de correo aparecen una sola vez y en orden cronológico, la identificación de información faltante, la investigación jurídica y la producción de programas de pérdidas y ejercicios de divulgación.

La segunda oleada, que está comenzando a implementarse, abarca funciones más sofisticadas: la identificación de todas las pruebas vinculadas a una disputa factual particular, la «anotación» de expedientes judiciales, la ordenación de pruebas repetitivas, la evaluación de los méritos de una reclamación o defensa, la investigación jurídica altamente personalizada, la elaboración de programas de pérdidas detallados, la redacción de declaraciones de testigos y los planes de interrogatorio.

La IA en la judicatura

Los jueces y miembros de tribunales ya están utilizando herramientas como Copilot o ChatGPT para diversas tareas. En la actualidad, estas herramientas se emplean para resumir pruebas escuchadas en el Tribunal, resumir casos para la redacción dentro de una audiencia preliminar de gestión de casos, ayudar a encontrar fechas comunes de disponibilidad, construir calendarios complejos de gestión de casos, producir cronologías, identificar áreas que necesitan ser abordadas durante los interrogatorios y crear resúmenes de las áreas legales relevantes.

La próxima oleada de implementación judicial promete ser aún más ambiciosa, incluyendo la identificación de pruebas relacionadas con disputas particulares, la identificación de cuestiones no abordadas durante los interrogatorios, la redacción de correspondencia a las partes, la predicción de casos con mayor probabilidad de acuerdo, la predicción de la duración real de un juicio, el suministro de indicaciones en «tiempo real» sobre jurisprudencia relevante y la escritura de aspectos no controvertidos de una sentencia.

Controles necesarios según los operadores jurídicos

Para los abogados, serían esenciales varios controles fundamentales. En primer lugar, se necesitan prohibiciones específicas sobre usos que pudieran socavar el proceso judicial. También resulta imperativo mantener la transparencia sobre el uso de IA en el proceso de litigio. Es necesario implementar mecanismos para prevenir la contaminación y filtración de datos, junto con el cumplimiento estricto de las obligaciones de protección de datos. Además, se requiere supervisión humana en cada etapa donde se utilice IA, complementada con auditorías regulares de las herramientas utilizadas.

En cuanto a los jueces, los controles requeridos abarcan diversos aspectos. Es fundamental mantener la transparencia sobre el uso de IA en la toma de decisiones, implementar sistemas de auditoría previos a la implementación y establecer controles continuos de precisión y sesgo. También son necesarios mecanismos de supervisión humana, protocolos robustos de protección de datos judiciales y sistemas de verificación de resultados.

El papel fundamental de la auditoría

La auditoría se estructura en tres niveles operativos distintos.

  1. Para las herramientas de IA utilizadas por abogados, se requiere una evaluación previa de precisión y sesgos, monitorización continua del rendimiento, verificación de cumplimiento normativo, evaluación de impacto en la equidad procesal y revisiones independientes periódicas.
  2. En lo que respecta a los sistemas judiciales de IA, es necesario realizar un análisis exhaustivo previo a la implementación, mantener un seguimiento regular del funcionamiento, implementar sistemas de detección temprana de desviaciones, evaluar el impacto en diferentes grupos demográficos y llevar a cabo auditorías externas independientes.
  3. Finalmente, para las aplicaciones de IA en la administración de justicia, se debe verificar la transparencia y explicabilidad, mantener un control estricto de protección de datos, evaluar el impacto en el acceso a la justicia, monitorizar posibles sesgos sistemáticos y realizar análisis continuos de eficiencia y efectividad.

Los expertos coinciden en que este marco de auditoría debe ser obligatorio y estar respaldado por legislación específica. Las auditorías deben realizarse tanto antes de la implementación de cualquier sistema como de manera continua durante su uso, con especial atención a la detección de sesgos y al impacto en la equidad procesal.

La comunidad jurídica del Reino Unido insiste en la necesidad de establecer organismos independientes de auditoría especializados en IA judicial, que combinen experiencia técnica con conocimiento jurídico profundo. Estos organismos deberían tener la autoridad para aprobar, rechazar o exigir modificaciones en los sistemas de IA utilizados en el ámbito judicial.